Han sido unas buenas fiestas, eso pocos lo discuten. El tiempo ha acompañado de forma increíble, la gente ha acudido en masa a los distintos festejos y no ha habido ningún incidente destacable. Unas circunstancias que hacen sacar pecho a los responsables municipales, que ya pueden descansar tranquilos tras unos días de frenética actividad.
“El balance ha sido muy positivo, estamos satisfechos con el resultado de las fiestas” comentaba el alcalde de Nava de la Asunción, Santiago de la Cruz, minutos antes de concluir oficialmente los largos festejos naveros.
Son las terceras fiestas que organiza al frente de su equipo de gobierno, y a tenor de los resultados parece que tiene la lección aprendida para evitar fallos de ediciones pasadas.
Sin duda las fiestas han estado marcadas por el cuarenta aniversario del encierro nocturno del primer sábado de fiestas, homenajeado con el añadido de un encierro similar el segundo sábado de los festejos. La buena acogida que ha tenido, hará que probablemente el ayuntamiento se plantee repetirlo en años sucesivos.
La corrida estrella de la feria taurina con Luis Francisco Esplá, El Cordobés y David Mora saliendo por la puerta grande también dejó muy buen sabor de boca a los aficionados taurinos, algo que no ocurrió ni con la corrida de rejones ni con la última becerrada.
Elevar la calidad de los partidos de pelota a mano también ha dado resultado, multiplicando considerablemente el número de espectadores en el frontón cubierto de la localidad.
Las comidas populares, con 1500 raciones de paella servidas, y 700 de caldereta casi desbordan a la organización, pues si hay una cosa que está clara, es que a los naveros les encanta echarse a la calle haya lo que haya y si es barato o gratis, la cosa se desborda. Una marcha ciclista, una capea, un encierro infantil o un concierto, cualquier festejo ha sido bueno para salir de casa y pasarlo bien.
Son momentos de alabanzas pero también de apuntar las cosas mejorables para años sucesivos. Como la escasa iluminación festiva, no sólo en el balcón del ayuntamiento durante el pregón , también ha sido muy pobre en la calle Real y escasa en el recorrido del encierro nocturno, con zonas prácticamente a oscuras.
No impedir a los menores de edad asistir al chupinazo de inicio de fiestas, con botellas de alcohol y vidrio, sigue siendo otro punto a corregir, sobre todo por el peligro que ocasionan las decenas de botellas rotas.
La ausencia de gradas supletorias en los partidos de pelota ha sido también muy criticada tanto por los espectadores como por los propios jugadores. Que se disputara un partido de balonmano el sábado de inicio de las fiestas no es excusa para un ayuntamiento con decenas de empleados municipales, que podrían haberlas colocado en apenas dos horas.
Los taurinos más puristas siguen viendo mal que se vuelva a los toros durante los encierros o que el ganado salga de los toriles de la plaza. Y la mayoría de los que cruzan el pueblo en coche cuando la calle principal de Nava está cortada, se quejan de lo poco claro que están los desvíos.
Son aspectos a mejorar pero que sin duda quedan eclipsados por tantos momentos de alegría, color, música y ambiente festivo que los naveros han vivido durante las fiestas más largas de la provincia. Y ya falta menos para las fiestas de 2010.
“El balance ha sido muy positivo, estamos satisfechos con el resultado de las fiestas” comentaba el alcalde de Nava de la Asunción, Santiago de la Cruz, minutos antes de concluir oficialmente los largos festejos naveros.
Son las terceras fiestas que organiza al frente de su equipo de gobierno, y a tenor de los resultados parece que tiene la lección aprendida para evitar fallos de ediciones pasadas.
Sin duda las fiestas han estado marcadas por el cuarenta aniversario del encierro nocturno del primer sábado de fiestas, homenajeado con el añadido de un encierro similar el segundo sábado de los festejos. La buena acogida que ha tenido, hará que probablemente el ayuntamiento se plantee repetirlo en años sucesivos.
La corrida estrella de la feria taurina con Luis Francisco Esplá, El Cordobés y David Mora saliendo por la puerta grande también dejó muy buen sabor de boca a los aficionados taurinos, algo que no ocurrió ni con la corrida de rejones ni con la última becerrada.
Elevar la calidad de los partidos de pelota a mano también ha dado resultado, multiplicando considerablemente el número de espectadores en el frontón cubierto de la localidad.
Las comidas populares, con 1500 raciones de paella servidas, y 700 de caldereta casi desbordan a la organización, pues si hay una cosa que está clara, es que a los naveros les encanta echarse a la calle haya lo que haya y si es barato o gratis, la cosa se desborda. Una marcha ciclista, una capea, un encierro infantil o un concierto, cualquier festejo ha sido bueno para salir de casa y pasarlo bien.
Son momentos de alabanzas pero también de apuntar las cosas mejorables para años sucesivos. Como la escasa iluminación festiva, no sólo en el balcón del ayuntamiento durante el pregón , también ha sido muy pobre en la calle Real y escasa en el recorrido del encierro nocturno, con zonas prácticamente a oscuras.
No impedir a los menores de edad asistir al chupinazo de inicio de fiestas, con botellas de alcohol y vidrio, sigue siendo otro punto a corregir, sobre todo por el peligro que ocasionan las decenas de botellas rotas.
La ausencia de gradas supletorias en los partidos de pelota ha sido también muy criticada tanto por los espectadores como por los propios jugadores. Que se disputara un partido de balonmano el sábado de inicio de las fiestas no es excusa para un ayuntamiento con decenas de empleados municipales, que podrían haberlas colocado en apenas dos horas.
Los taurinos más puristas siguen viendo mal que se vuelva a los toros durante los encierros o que el ganado salga de los toriles de la plaza. Y la mayoría de los que cruzan el pueblo en coche cuando la calle principal de Nava está cortada, se quejan de lo poco claro que están los desvíos.
Son aspectos a mejorar pero que sin duda quedan eclipsados por tantos momentos de alegría, color, música y ambiente festivo que los naveros han vivido durante las fiestas más largas de la provincia. Y ya falta menos para las fiestas de 2010.