Rosi es la primera vez que ha podido cogerse vacaciones en
estas fechas. Aún así, no puede evitar emocionarse recordando las fiestas,
“profesionalmente el momento con más emoción es cuando tiro los cohetes para el
encierro de las doce de la noche del sábado de la víspera, ese momento es único
y personalmente recuerdo la función de hace unos cuantos años, que empezaba la
fiesta en el chupinazo y no se paraba ni de día ni de noche hasta las catorce
horas del último domingo. Todo, todo, todo el tiempo era un no parar” comenta,
añorando también los años cuando su hijo era pequeño y lo sacaba a pasear con
la Banda de Coca y los cabezudos en los “Buenos días musicales”.
El hermano de Rosi, Jesús Moreno, fue alcalde de Nava entre
1995 y 1999 y no ha llevado muy bien que no se hayan podido celebrar los
festejos, “ lo he llevado mal, nos gusta celebrar las fiestas, y
lamentablemente no ha podido ser, de hecho he estado trabajando como cualquier
día del año”, comenta el exregidor, acordándose también de buenos momentos, “ cuando
fui alcalde las fiestas estuvieron muy bien, tanto los toros como la música y
otros actos. Y la gente, que colaboró en todo. Y a nivel personal, los mejores
recuerdos fueron los ratos antes de fiestas haciendo la peña, y en general las
fiestas en compañía de los amigos, lo peor cuando por razones de estudio tenía
que irme antes o durante las fiestas”.
Santiago de la Cruz también ostentó el bastón de mando, de 2007 a 2015. Fueron ocho años con grandes momentos en los festejos naveros. ”Quizás, uno de los mejores momentos que viví en mi etapa como alcalde fue el festival taurino de las fiestas del año 2007, en que se volvieron a juntar Joselito, El Fundi y El Bote, y que llenó a rebosar nuestra plaza de toros con gran repercusión mediática en los medios taurinos. A nivel personal, a lo largo de 60 años he vivido con enorme ilusión todos los momentos de las fiestas y he disfrutado de cada uno de ellos. Desde el año 1973 que hicimos nuestra primera Peña (Los Apaches), las fiestas las hemos vivido desde dentro de ella, probablemente han sido los mejores momentos que recuerdo: preparación de la peña ya desde el verano, comisiones de peñas, de festejos, organización de las Fiestas tal y como las vemos ahora, vaquillas, comidas, amistad. Mucha ilusión y trabajo, mucha camaradería para hacer posible unas fiestas en las que disfrutáramos no sólo nosotros sino todos nuestros vecinos y todos aquellos que nos visitaran. Ese espíritu es el que, a mi juicio, ha hecho que las fiestas de Nava sean un poco las Fiestas, no sólo de los naveros, sino de todos los que nos acompañan en esos días, y es lo que he procurado trasmitir a mis hijos y espero que pueda hacerlo a mis nietos”, resalta Santiago, quien ve acertada la suspensión de los festejos,” creo que es la mejor solución y que durante estos días y en los tiempos que se aproximan, tenemos que actuar con la mayor responsabilidad, cumpliendo con las medidas que nos indiquen las autoridades sanitarias para hacer posible que, cuanto antes, podamos controlar esta pandemia y al año que viene podamos disfrutar nuestras fiestas con la alegría de siempre. Así se lo pediremos al Santo Cristo”.
En el final de los años ochenta y la primera mitad de los
noventa, el encargado de organizar la función navera como alcalde fue Alfonso
Tapia, “he vivido muy mal que no se hayan podido celebrar, porque estas
circunstancias han sido penosas y nos hemos dado cuenta de lo que son las
fiestas para nosotros, no solo es la algarabía que se ve, detrás hay
sentimientos, familias, muchos vecinos que vuelven…”. Tapia acumula innumerables
recuerdos de sus años festivos como regidor, “hay muchos y muy buenos
recuerdos de las fiestas, como el primer encierro que hicimos por el campo, fue
una auténtica odisea, pero es una alegría ver que esa iniciativa ha continuado
y tenemos uno de los encierros más bonitos de la provincia. Y el segundo
campeonato de Europa de cesta punta que celebrábamos en Nava. Fue en el año 89
y un éxito impresionante, tanto por la acogida entre la gente como los partidos
televisados. Fue una gran plataforma para dar a conocer nuestro pueblo”.
Alfonso Tapia era alcalde en 1990 y coincide con sus
sucesores, Jesús Moreno y Santiago de la Cruz en señalar su momento más amargo
en las fiestas de Nava, “sin duda, a nivel personal, la muerte de mi hermano en
el encierro nocturno del año 1990. Este año se han cumplido 30 años desde ese
incidente, y no hay día que no recuerde esos momentos” destaca de la Cruz sobre
el recuerdo más triste de una función que quedó marcada por el letal asta de un
toro, “fue muy desagradable y penoso para todo el pueblo“, destaca Tapia,
mientras que para Jesús Moreno, “cuando falleció Paco, las fiestas ya no fueron
fiestas”.
Aunque prefieren quedarse con lo positivo, los tres
regidores vivieron algunas malas experiencias organizando y celebrando los
festejos, “recuerdo el mal tiempo que hizo en esos años durante las fiestas, la
lluvia y el primer año de alcalde el accidente de las jóvenes de Santiuste que
fallecieron, eso fue lo peor de todo” destaca Jesús Moreno, en referencia al
mortal accidente de coche que sufrieron tres jóvenes de camino a las fiestas de
Nava la noche del primer sábado de festejos de 1995. Tenso fue también el año
que un toro destrozó el doble vallado del encierro nocturno escapando del
recorrido unos minutos para volver a él poco después, ”como alcalde, ha habido
momentos y situaciones difíciles o complicadas que, gracias a Dios, se
resolvieron sin graves consecuencias, como el encierro nocturno en el que el
toro se salió del recorrido y provocó unos momentos muy peligrosos” apunta Santiago de la Cruz.
Y sin duda otro de los peores recuerdos se remonta al 14 de
septiembre de 1974. Ese año se inauguraba el flamante parque municipal y se
decidió hacerlo coincidir con la inauguración de las fiestas. Más de mil globos
de colores se inflaron para la ocasión y todo el pueblo acudió al
acontecimiento. Lo que pudo ser una imprudencia con un cigarro o un mechero,
provocó la explosión en cadena del gas de los globos y una inmensa nube de
fuego que causó decenas de heridos por quemaduras de diversa gravedad y el caos
de cientos de personas, muchos de ellos padres buscando a sus hijos entre la
muchedumbre que huía, “pasé 18 días en el hospital con quemaduras, fue un
accidente bastante grave, no solo por lo que nos pasó, fue doloroso en lo
físico y en lo sentimental” recuerda el que luego llegaría a ser alcalde,
Alfonso Tapia. También lo vivió en primera persona Luis Antonio García,
“Berry”, componente de varios grupos de música que han venido actuando en las
fiestas de Nava desde los años ochenta, “yo recuerdo que tenía 8 años y me fui
solo al parque porque mi madre iba a ir poco después y estábamos todos los
chicos del pueblo revolucionados, era un acontecimiento. Cuando estaba entrando
vi una gran llamarada de fuego y luego montones de trozos de plástico ardiendo
y todo el mundo gritando y corriendo, fue como una escena de película, todo el
mundo buscando a su familia. Yo no encontraba a mi madre y desde ese día creo
que tengo un trauma cuando llega ese primer sábado de fiestas, fue angustioso”,
recuerda Berry, quien se ha convertido en uno de los protagonistas de estas no
fiestas, al realizar una serie de divertidos montajes fotográficos en
instantáneas de festejos de otros años, publicándolos en las redes sociales
haciéndolos coincidir con los mismos momentos en que esos festejos se hubieran
celebrado. “ha habido que visionar muchas fotos de fiestas de otros años y las
que se prestaban mejor a poner la ocurrencia divertida de turno, esas se han
usado. El fin era que estuviera la gente un poco entretenida, que de alguna
manera con esos montajes de fotos se hiciera más ameno ya que estábamos todos
con esa penilla y esa morriña de que no ha habido fiestas”. La respuesta de la
gente ha sido muy positiva y son muchos los que han esperado día a día la
publicación de un nuevo e ingenioso montaje fotográfico.
Algunos naveros residentes fuera del municipio, ni se pensaban que llegara un año en el que no estuvieran en estas fechas por las calles abarrotadas de su pueblo. Roberto Aguado, componente de la comisión de peñas durante años, no ha tenido que pedirse de vacaciones la semana de las fiestas de Nava como acostumbra, pero eso no le ha impedido recordarlas, "ha sido un sentimiento de pena, apatía, ánimo decaído por no poder estar en Nava, imaginando cada día de la semana lo que estaría haciendo si hubiese fiestas: ahora estaría en la paella, ahora en las vaquillas, encierros, etc.", destaca Roberto, mientras cita sus momentos favoritos de los festejos, "los momentos previos al chupinazo, cuando quedas con los amigos en la peña y el ambientazo de la charanga funcionera hasta la hora del encierro, esas son horas brutales".