«El BM Nava es un modelo y ejemplo para toda España»
El dirigente considera que hay que valorar las condiciones y requisitos para organizar la fase de ascenso, a la que opta el club navero
Jornada navera la que vivió el presidente de la Federación española de balonmano, Juan de Dios Román, el pasado sábado invitado por la directiva del BM Nava y coincidiendo con el partido que habría de clasificar al equipo para disputar por segunda vez la fase de ascenso.
El ex seleccionador nacional se mostró en todo momento tan cercano y campechano como le recordaban los aficionados desde su primera visita a Nava de la Asunción, allá por el año 1995.
-¿Qué recuerdos tiene de su primera visita a Nava de la Asunción?
-Tengo uno maravilloso y al mismo tiempo gracioso. Cuando Quintín me pidió y me dijo que querían que viniera dar el pregón y el alcalde me ofreció esa posibilidad, yo me intenté sumergir un poco en la historia del pueblo, sus tradiciones y costumbres. Recuerdo que pedí documentación, me leí libros, hice mi pregón y cuando llegamos al balcón, nada más empezar, todo el mundo empezó:- ¡vamos, la fiesta!, ¡viva no se qué!, ¡el vino! y ahí se acabó el pregón.
-¿Sabe que a raíz de ese año y para evitar situaciones parecidas se cambió el pregón de día?
-Sí, algo me han comentado. Mientras ayude a la fiesta y se manifieste así lo mejor para los intereses de los ciudadanos pues estupendo.
-Han pasado los años y si entonces un pueblo que no llegaba a 3000 habitantes llevaba años jugando en segunda división, ahora lo hace en primera y a punto de jugar una vez más la fase de ascenso. ¿Qué valoración hace de ello?
-Yo en esto veo siempre dos ópticas, lo importante es que una localidad pequeña como esta, el hecho de que mantenga la tradición alrededor de mi deporte para mí tiene más importancia que el hecho puntual de que esté en una categoría o en otra. La clave es mantener la continuidad de cara a la formación de jóvenes, de cara a que los niños y niñas de las categorías en formación sigan utilizando el balonmano como vehículo educativo porque eso es lo verdaderamente importante, el resto es secundario.
-Pero, cuánto más lejos se llegue...
-Cierto es que los que se han formado en la casa o han vuelto, deportivamente es lógico y absolutamente deportivo, respetar la ambición que supone el ganar y querer subir pero hay que ser muy conscientes de los sitios donde se está, de las circunstancias que hay alrededor de subir de una categoría a otra. Esa circunstancia viene generada por el hecho de mayores gastos, de presupuesto más amplio. Y desgraciadamente se han dado muchos casos donde se ha pensado más en subir que en proteger la base, en buscar un éxito puntual que en mantener lo que es la tradición de este club. Y el Club Balonmano Nava en este momento es uno de los clubes modelos y ejemplo de toda España de lo que supone superar tantas y tantas cosas y seguir manteniendo el balonmano como vehículo de unión.
-¿Ha seguido entonces manteniendo contacto con ellos desde aquel pregón?
-Hombre claro, por favor, siempre y por dos razones. Puede que en algún momento, durante estos años yo he estado al final de mi etapa en la selección española, después estuve en Ciudad Real como entrenador, después dirigiendo la fundación, ahora como presidente, tiene uno obligaciones que te llevan más o menos tiempo y te pueden alejar de determinadas cosas. Ahora es obligación mía entender que Nava es un centro importante para el balonmano y en ese sentido, no sólo mis respetos si no el agradecimiento del balonmano español a una ciudad como Nava y en una cuestión particular me unía mucho mi respeto y mi amistad con Quintín claro.
-Y ahora que ya están en la fase de ascenso, ¿Ve la posibilidad de que se pueda celebrar en Nava esa fase de ascenso?
-Claro, ¿por qué no? Hay que respetar lo que son las condiciones y requisitos para organizar las fase de ascenso, que están establecidos, que tienen unos parámetros de evaluación en cuanto a aquellos clubes que puedan solicitarlo que vienen determinados en función de las instalaciones, de la posibilidad de ofertar plazas hoteleras, la función de proximidad geográfica, el hecho de haberlo hecho o no haberlo hecho anteriormente. Es decir, hay una serie de circunstancias independientemente de lo que supone el cumplir con la exigencia económica para el gasto de árbitros y el gasto de competición. Y el interés de hacerlo en un lado o en otro tiene que ser más que un interés del tipo de lo que uno quisiera, un respeto a determinada normativa. En este caso siempre hay que esperar a ver qué otros equipos lo pueden solicitar y a partir de ahí entrar en la evaluación.