Menos de siete meses. Ese es el tiempo que resta para la celebración de elecciones municipales y autonómicas en España y por supuesto, también en Nava de la Asunción.
Cualquiera diría que han pasado casi cuatro años desde que hice la fotografía que abre esta entrada. Por aquel entonces llegaron al ayuntamiento nuevos ediles, unos con la ilusión de haber ganado y otros con la tristeza de la derrota.
Por estas fechas nuestros partidos políticos locales ya tienen que estar empezando a mover sus fichas. Como si de un tablero de ajedrez se tratara, ya estarán pensando a quien colocar como peones en sus listas electorales, peones porque los puestos de relevancia seguramente ya los tendrán pensados y probablemente adjudicados.
Desde estas líneas me quiero dirigir a esos peones que compondrán las listas electorales, a esos que todavía ni lo saben, a esos a los que todavía no les han ido a buscar, a proponerles formar parte de unas candidaturas en fase de elaboración.
No tiene que ser sencillo reunir a catorce personas (once + tres suplentes) dispuestas a dar la cara por un partido y un líder, ya que si no dispones de inquietudes políticas, lo único que te va a proporcionar son sinsabores, enemistades y más de un disgusto. Por citar un ejemplo, todos hemos asistido en este blog a comentarios despectivos hacia concejales e incluso hacia sus parejas, comentarios que seguramente reflejan una mínima parte de lo que se dirá de ellos a título privado. Pero no han sido los únicos, el ensañamiento anónimo también ha quedado patente contra otras personas simplemente por el hecho de haber formado parte de listas electorales aunque ni siquiera llegaran a salir elegidos. Y lo peor de todo es que se tiende a atacar aspectos de la vida laboral o personal que nada tienen que ver con su teórica figura de “persona pública” aspirante a un cargo de representación municipal.
A los que finalmente accedan a formar parte de esas candidaturas electorales, desearles toda la suerte del mundo pues quiero pensar que lo hacen por tratar de beneficiar a nuestro pueblo y eso es digno de elogio. Y también quiero desearles suerte porque lo que se les viene encima no es cualquier cosa. Recordarles que a todo lo que se dirá de ellos en bares o casas particulares hay que añadirle un lugar que en estos cuatro años ha multiplicado por mil su influencia, me estoy refiriendo claro está al mundo de internet. A estos potenciales concejales o candidatos de reparto decirles que es más que probable que sus trabajos, sus parejas, su vida en general sean objeto de comentario y de revisiones con lupa y para eso hay que tener las espaldas muy anchas.