Las fotos que acompañan a esta entrada son de las obras del cine a lo largo de varios meses. Una costosa y enorme remodelación que parece va a durar más de lo previsto, salvo que se den mucha prisa de aquí a las elecciones municipales del próximo año.
Se trata, sin duda, del gran proyecto de Maroto en esta legislatura, casi el único. Muy cuestionado ya desde su adquisición, el precio fijado al local del Frontón cinema tuvo que abonarse a la anterior propietaria en cuatro anualidades de 60.000 € y el presupuesto de su remodelación será desorbitado.
Aunque haya oído las críticas más feroces a este proyecto y al gasto que supone a las arcas municipales en estos años de crisis económica, no seré yo quien me una a ellas. Siempre lo he defendido, porque creo que Nava necesita un lugar así, un lugar que sustituya al equivocado y poco práctico salón de usos múltiples actual. El nuevo local del cine debe suponer un aldabonazo al fomento de la cultura en Nava. Hay que hacer algo para que el atractivo de nuestro pueblo vuelva por algún lado, ya que el atractivo a nivel hostelero hace mucho que se perdió y es muy difícil que se recupere con bares que se pueden contar con los dedos de una mano, que te cierran cuando más falta hacen o que, en algún caso, tienen un futuro más que incierto...
A nivel hostelero nos hemos dejado adelantar por pueblos con menos habitantes y, a nivel cultural, está pasando poco más o menos.
Dice mucho de la programación cultural de un ayuntamiento que lo más destacable en meses haya sido ver tres minutos, este verano, al hijo artista del alcalde bailando a ritmos de la Chanel de Eurovisión. Ser repetitivos, poco originales y buscar lo barato y anodino se ha convertido en algo habitual para este consistorio y no será por falta de presupuesto, porque solo con lo que se ahorraron en las fiestas sin celebrar de la pandemia, ya da para algo más que organizar un mercadillo navideño (otro tostón).
Y es una pena, porque en lo único que "antiguamente" se diferenciaban del resto los gobiernos de Maroto, era en su apoyo y difusión de actos culturales. Ahora, cuando no se nos ocurre nada, siempre tenemos a Gil de Biedma. Un poeta que, seamos claros, en Nava desgraciadamente no le interesa a casi nadie, ni su premio, ni sus homenajes cada seis meses ni mucho menos su más que cuestionable vida personal e ideológica. No sería de extrañar que en el próximo programa de fiestas nos metan, entre partido y partido de balonmano de segunda, una lectura de poemas entre peñas, parece que lo estoy viendo...Si es por rellenar páginas, y si dan un vino español lo mismo hasta les aplauden.
Reconozco que tengo ganas de ver las obras acabadas, reconozco que quiero ver qué se ha hecho y a qué se destina. Incluso reconozco que quiero ver si hacen un palco vip exclusivo para que lo ocupe alguna hermana del alcalde, como ocurrió en el balcón del consistorio en la apertura de las últimas fiestas...
Ojalá este buque insignia del gobierno de Maroto sirva para algo, sirva para dinamizar una vida cultural que deja mucho que desear en nuestro pueblo. Una vida cultural para todos, no solo para los gustos de cuatro rancios de esa izquierda navera que, afortunadamente, ya está para comer sopitas y buen vino, pero aún se resiste a quedarse en su puñetera casa y dejar paso a gente nueva, quizás también con ideología de izquierdas pero mucho mejor preparados, mucho menos conflictivos y con las ideas bastante más avanzadas. El mes de mayo está a la vuelta de la esquina. Ojalá sepan, sepamos, dar el giro a Nava que necesita.
Y... ¡VIVA EL CINE!
