No es un secreto que Nava es un pueblo taurino, muy taurino, demasiado taurino. Y esta afición, a la que me sumo y que defiendo a capa y espada allá donde voy, hace que una parte importante del presupuesto, una parte muy importante, una parte demasiado importante, se destine a los festejos taurinos.
No quiero dar consejos a nadie, pero sí mostrar mi opinión y recoger la vuestra para que se sepa la idea que tenemos algunos vecinos de cómo se pueden mejorar los festejos.
Ahí van mis CINCO CLAVES PARA EL ÉXITO DE LAS FIESTAS:
1º Un pregonero famoso. Para que se hable de las fiestas de Nava, dentro y fuera, antes de comenzar, o en su defecto alguien local que se haya destacado, pero destacado de verdad, por alguna labor profesional, deportiva o artística.
2º Una corrida con un cartel atractivo. Aunque a algunos de nosotros nos guste casi más el rejoneo, no es comparable ni imprescindible este festejo. Una corrida seria da prestigio a la plaza de toros de Nava.
3º Un concierto de un grupo o solista cuyo caché oscile entre 15 y 20.000 euros mínimo, organizado por empresarios y hosteleros de Nava en colaboración con el Ayuntamiento.
4º Sacar a la gente a la calle. Ya que no se puede prohibir que la juventud se meta en las peñas horas y horas, hay que organizar actos que les saquen de ellas. Es difícil pero no imposible, y sé de lo que hablo.
5º Y por último, un castillo de fuegos artificiales, pero un castillo, pues si hay que reconocerle algo a las fiestas de cierto pueblo vecino es precisamente eso. Son caros y breves pero espectaculares. Y más caro y breve son los encierros...
No quiero dar consejos a nadie, pero sí mostrar mi opinión y recoger la vuestra para que se sepa la idea que tenemos algunos vecinos de cómo se pueden mejorar los festejos.
Ahí van mis CINCO CLAVES PARA EL ÉXITO DE LAS FIESTAS:
1º Un pregonero famoso. Para que se hable de las fiestas de Nava, dentro y fuera, antes de comenzar, o en su defecto alguien local que se haya destacado, pero destacado de verdad, por alguna labor profesional, deportiva o artística.
2º Una corrida con un cartel atractivo. Aunque a algunos de nosotros nos guste casi más el rejoneo, no es comparable ni imprescindible este festejo. Una corrida seria da prestigio a la plaza de toros de Nava.
3º Un concierto de un grupo o solista cuyo caché oscile entre 15 y 20.000 euros mínimo, organizado por empresarios y hosteleros de Nava en colaboración con el Ayuntamiento.
4º Sacar a la gente a la calle. Ya que no se puede prohibir que la juventud se meta en las peñas horas y horas, hay que organizar actos que les saquen de ellas. Es difícil pero no imposible, y sé de lo que hablo.
5º Y por último, un castillo de fuegos artificiales, pero un castillo, pues si hay que reconocerle algo a las fiestas de cierto pueblo vecino es precisamente eso. Son caros y breves pero espectaculares. Y más caro y breve son los encierros...
Sobre el punto tercero, “El concierto”, que tantos comentarios ha levantado, yo diría que hay que ser realistas. Ningún grupo o artista musical de renombre tiene un caché que el ayuntamiento de Nava pueda pagar a la ligera. Suena fuerte pero es la realidad, y nos tenemos que conformar con grupos conocidos en su casas a la hora de comer o viejas glorias que el mayor espectáculo que ofrecen es ver su decadencia física y vocal. Por eso para organizar un concierto que guste a un público mayoritario, habría que involucrar a determinados empresarios, principalmente hosteleros, que dudo si estarían dispuestos a afrontar semejante riesgo.
En mi opinión y por más que me guste la idea, pienso que sería un error convertir ese supuesto concierto musical en un tema de debate pues, de llevarse a cabo, todos tendríamos que defenderlo como si fuera el acontecimiento del año. Todavía recuerdo cuando se traía hace años a grupos que no gustaban a casi nadie o desconocidos para la mayoría, pero la juventud hacía suyas las canciones y en menos de dos meses se convertían en referentes juveniles, pinchándose sus discos en los bares como si no hubiera otros y “lavando el cerebro” a una juventud que acudía al concierto de las fiestas de su pueblo, y pagaba una entrada porque ya hasta se creían ellos mismos que les gustaba el grupo. Algo que dudo mucho que ahora ocurriera.
Tengo que reconocer que por muchas críticas que reciba el programa de las fiestas de Nava, “siempre lo mismo”, a mi me gusta, siempre me ha gustado y aunque a veces digo que si yo tuviera el poder suficiente para decidir ese programa, lo iba a cambiar de arriba abajo, probablemente sólo haría algunos retoques, eso sí impactantes...muy impactantes, ¿demasiado impactantes?
Y siempre me he preguntado qué pasaría en Nava si un equipo de gobierno se decidiera a dar un cambio total al programa de festejos. Si esos más de 200.000 euros de presupuesto se dedicaran a un programa alternativo donde los toros tuvieran el mismo protagonismo que la música y otras actividades festivas. Quizás ese equipo de gobierno no sería reelegido nuevamente o quizás nos haría entrar en unas fiestas más propias del siglo XXI.