Menos mal que al final el BM Nava jugará la fase de ascenso. Digo menos mal porque tras ganar uno a uno casi todos sus partidos, asombrando a propios y extraños, bastó que perdiera un par de partidos no hace mucho, para que más de uno sacara el hacha de guerra y empezara a afilarla por si el equipo no conseguía su objetivo.
No entiendo ese afán por estar esperando el tropiezo ajeno, esa satisfacción cuando alguien no consigue su objetivo y menos con un equipo que lleva el nombre de Nava de la Asunción por media España.
No soy yo sospechoso de hacer la pelota a nadie, y menos al balonmano, pues no sólo no soy muy aficionado si no que soy de los que piensan que hace treinta años se eligió el deporte equivocado para promocionar en nuestro pueblo. Pero quiero desde aquí mostrar mi repulsa a los que no saben reconocer lo que está consiguiendo este quipo, a las alegrías que le está dando a la afición, a cómo está moviendo a la gente y cómo ha logrado integrar en la dinámica del equipo a muchos de nuestros jóvenes.
Pero es que además ¡va a jugar la fase de ascenso! y eso no creo que a principios de temporada lo pensaran muchos, puede que ni ellos mismos.
Pasa lo mismo con el fútbol. Se está jugando, se está ganando en toda la provincia y categorías, y todavía hay algún puñetero que sigue atacando a los que meritoriamente están llevando a los equipos. Yo invitaría a estos críticos destructivos a que se pasaran por algún entrenamiento o partido de los niños más pequeños. Las caras de ilusión y satisfacción que muestran nuestros chicos, no tienen precio. Hay niños que vienen incluso de fuera a jugar en el equipo, con lo que se están sentando las bases para devolver a Nava a un lugar que nunca debería haber abandonado, la Tercera División.
Les animo a ellos, a los entrenadores, directivos y a todo el personal que se mueve en estos deportes que tantas alegrías nos están dando. Y cuando lleguen las derrotas, que llegarán, que las asuman con deportividad y sabiendo que por mi parte y seguro que por la de muchos más naveros, ya han cumplido como unos campeones. Lo de menos son aquellos que siempre estarán esperando un tropiezo, una mala racha... con el hacha levantada.
No entiendo ese afán por estar esperando el tropiezo ajeno, esa satisfacción cuando alguien no consigue su objetivo y menos con un equipo que lleva el nombre de Nava de la Asunción por media España.
No soy yo sospechoso de hacer la pelota a nadie, y menos al balonmano, pues no sólo no soy muy aficionado si no que soy de los que piensan que hace treinta años se eligió el deporte equivocado para promocionar en nuestro pueblo. Pero quiero desde aquí mostrar mi repulsa a los que no saben reconocer lo que está consiguiendo este quipo, a las alegrías que le está dando a la afición, a cómo está moviendo a la gente y cómo ha logrado integrar en la dinámica del equipo a muchos de nuestros jóvenes.
Pero es que además ¡va a jugar la fase de ascenso! y eso no creo que a principios de temporada lo pensaran muchos, puede que ni ellos mismos.
Pasa lo mismo con el fútbol. Se está jugando, se está ganando en toda la provincia y categorías, y todavía hay algún puñetero que sigue atacando a los que meritoriamente están llevando a los equipos. Yo invitaría a estos críticos destructivos a que se pasaran por algún entrenamiento o partido de los niños más pequeños. Las caras de ilusión y satisfacción que muestran nuestros chicos, no tienen precio. Hay niños que vienen incluso de fuera a jugar en el equipo, con lo que se están sentando las bases para devolver a Nava a un lugar que nunca debería haber abandonado, la Tercera División.
Les animo a ellos, a los entrenadores, directivos y a todo el personal que se mueve en estos deportes que tantas alegrías nos están dando. Y cuando lleguen las derrotas, que llegarán, que las asuman con deportividad y sabiendo que por mi parte y seguro que por la de muchos más naveros, ya han cumplido como unos campeones. Lo de menos son aquellos que siempre estarán esperando un tropiezo, una mala racha... con el hacha levantada.