Han tenido que pasar unos días para que los componentes del
Club ciclista Navabike hayan tenido tiempo de descansar
y asimilar las innumerables sensaciones vividas tras la exitosa marcha ciclista
celebrada el pasado domingo. Una marcha de bicicletas de montaña que reunió a
cerca de 300 participantes y que ya se ha convertido en un referente nacional
para los aficionados a este deporte. “Teníamos
un poco de miedo tras haber tenido que cancelar la prueba Ride & Run del sábado. La junta estaba
nerviosa porque la marcha no se podía estropear. No temíamos el éxito de
participación, que estaba asegurado, más bien era por mantener el nivel de años
anteriores que había sido muy alto” señala David,uno de los organizadores de la
marcha. David se siente satisfecho por las diferentes opiniones que les han
llegado hasta el momento, tanto personalmente como en las redes sociales, donde
se alaba tanto la capacidad organizativa del club como la logística, “y
especialmente la manera de transmitir la sensación de que Navabike es un club
que ante todo se preocupa de que el participante disfrute de una actividad
preparada para él”comenta .
La celebración de esta tradicional marcha vino precedida de
la cancelación del otro plato fuerte preparado por el club navero: la prueba
Ride & Run. Una actividad que no consiguió despertar todo el interés que se
esperaba pese a la intensa campaña de publicidad realizada para darla a
conocer. “La presentamos con el presidente y vicepresidente del Diputación
provincial y esto nos ha servido para darnos más a conocer y que se sepa cual
es nuestro objetivo” señalan desde Navabike. Tras hablar con el patrocinador se
decidió devolver el dinero a los ya inscritos y darles la posibilidad de
participar en la marcha del domingo.
Dividida en dos niveles de dificultad, la marcha tuvo un
mismo itinerario hasta 25 kms del final cuando el grupo A, con corredores más
experimentados, se dispuso a completar los 75 kms del recorrido, dejando en 56
los kilómetros recorridos por el grupo B. Al no existir un límite de velocidad,
se ofreció a los corredores expertos la posibilidad de ponerse a prueba. Fue el
momento de los tirones constantes y la velocidad de infarto pero la prueba de
que la marcha Navabike no es competitiva se vio claramente al final de la misma
cuando los dos corredores que iban en cabeza en lugar de esprintar, decidieron
entrar en meta juntos y de la mano.
“Es difícil dar gusto a todos pues para unos puede ser
rápida y para otros corta. El 80% de los inscritos eligieron el recorrido B
disfrutando de un día espectacular, con buen tiempo y sol en todo momento dentro de un entorno
muy bonito ya que las lluvias de los últimos días habían puesto todo muy verde
y no se levantó nada de polvo, un día perfecto” comentan desde la organización.
Con el fin de velar todo lo posible por la seguridad de los
participantes, dos días antes de la marcha varios miembros del club realizaron
un test al recorrido previsto y viendo la posiblidad de algún riesgo en el
tramo cercano a las pizarreras de Bernardos, decidieron modificarlo, evitando
las bajadas y subidas con mucho desnivel de esa zona. Gracias a ello no tuvo
que lamentarse ningún incidente de consideración, salvo la fisura de una muñeca
de uno de los responsables de la carrera.
Desde Navabike se quiere resaltar un año más la implicación de los voluntarios que han colaborado en el buen desarrollo de la marcha ciclista, incluidas las mujeres y los hijos de los propios organizadores que se han implicado totalmente en las labores de apoyo logístico. Además, el club se ha sentido más arropado que nunca ya que la celebración de su quinto aniversario hizo que multitud de corredores decidiera participar usando el maillot conmemorativo que se entregaba con cada inscripción.
En el club ya piensan en los próximos eventos locales con la
bicicleta como protagonista pues recientemente llegaron a un acuerdo con el
ayuntamiento navero para hacerse cargo de ellos y que su desarrollo se realice
lo mejor posible.
La marcha 2013 ya es historia, pero a los chicos de Navabike
les queda la satisfacción personal de ver como cada año acuden a ella
corredores ya considerados amigos pero también otra satisfacción, la de
comprobar como poco a poco el número de aficionados a la bicicleta de montaña
va aumentando, y en eso sin duda ellos tienen parte de culpa.