“He tenido que llamar a mi madre
para que me traiga una camisa, pantalones y hasta calzoncillos”. La frase es de
un joven y empapado caballista tras el primero de los intensos aguaceros que
tanto el sábado como ayer domingo cayeron en la zona de Nava de la Asunción y
que protagonizaron la celebración de las bodas de plata de la Feria de
primavera que organiza la Asociación Amigos de caballo de Nava.
Tras un paseo urbano por las calles más
céntricas, el primero de estos aguaceros sorprendió a decenas de caballistas y
carrozas en pleno camino en dirección al recinto ferial de las Ordas. La
intensidad fue tal que algunos de los caballos tuvieron que refugiarse en
parcelas cercanas, mientras el resto, visiblemente nerviosos, se dispersaron
hasta que cesó de caer agua y granizo. No tan agrupados como en años
anteriores, la comitiva siguió su trayecto y en otra de las paradas en pleno
pinar, no faltaron las sevillanas, el rebujito y los aperitivos.
Ya en el recinto ferial, la lluvia
deslució otro de los mejores momentos, la hora del vermú con decenas de equinos
rodeando la inmensa carpa central del recinto ferial. Para guarecerse, en un
primer momento fueron varios los caballistas que optaron por introducir los
animales al interior de la carpa, pero la organización les ordenó desalojarla
para evitar cualquier tipo de incidente.
Afortunadamente, la paella popular
pudo servirse con un pequeño retraso y llegaron a degustarse más de quinientas
raciones. Los conciertos de la tarde consiguieron abarrotar la carpa central,
que se quedó pequeña pese a haber ampliado considerablemente su capacidad. “A
pesar de la lluvia ha habido un ambiente excelente, con mucha afluencia de
caballos por la mañana y muchísimas gente por la tarde y en todos los
conciertos” comentaba el presidente de la asociación de caballistas, Víctor de
Diego.
Sólo las dos horas del partido de la
final de la Champions league restaron público a la feria, aunque fueron muchos
los que decidieron seguir la final a través de las dos pantallas instaladas
bajo la carpa donde se mezclaron tarjes de corto y flamenca con camisetas de
Atlético y Real Madrid.
La larga duración del partido,
obligó a retrasar el inicio del concierto estrella de los tres días de feria,
Los Marismeños, que llenaron y no defraudar a un público que se sabía muchas de
sus míticas sevillanas. La fiesta siguió hasta el amanecer del domingo. El dúo
Yo, limón y un concurso equino pusieron el broche a tres días de una feria
donde ni el agua ni las frescas
temperaturas pudieron con las ganas de fiesta y diversión de naveros y cientos
de visitantes.