“La mayor victoria, es llegar a la meta” las palabras de
Roberto García, presidente del club deportivo Navabike, de Nava de la Asunción,
resumen a la perfección el espíritu de la marcha ciclista “Los cien de La Nava”,
un auténtico maratón anual no competitivo de bicicletas de montaña que el
domingo celebró su IX edición con más de quinientos participantes y, al igual
que en años anteriores, a beneficio de Cruz roja española.
Cientos de aficionados a este tipo de bicicleta se reunieron
desde primera hora de la mañana del pasado domingo en los alrededores de la
plaza de toros de Nava, lugar elegido en los últimos años como punto de salida
y meta de este recorrido libre pero no competitivo. Una zona con todo lo
necesario para los participantes y el numeroso público que se pasó por los
alrededores a lo largo de todo el desarrollo de la prueba; con animación
musical, castillo hinchable para los más pequeños, avituallamiento, duchas y zona
para lavar las bicicletas una vez concluida la marcha.
El buen tiempo que acompañó esta edición, hizo que pudieran
recuperarse varios tramos que la lluvia obligó a suspender el año pasado. 105
kilómetros recorrieron los 183 corredores inscritos en el trayecto más largo,
denominado oro por la organización. Otros dos recorridos pudieron elegir el
resto de participantes, el denominado plata con 89 kilómetros y el
bronce, el más corto, de 65.
Los primeros cincuenta kilómetros fueron los más duros. Se
recorrieron las riberas del río Eresma hasta el puente hacia Navas de Oro,
siendo el primer punto de control en la depuradora de Bernardos (km. 40,5),
después vendrían las riberas de la zona de Carbonero. Poco antes de la subida a
la ermita del Tormejón, se establecería el segundo punto de control (km.64),
luego la Peña de Pinilla y toda la zona de subida junto a los grabados rupestres
de Domingo García, entrando ya en Nava por la Vía verde. Protección civil de La
Granja y Cruz roja con numerosos efectivos, velaron por la seguridad durante
toda la prueba. “Todo se ha desarrollado con normalidad, no ha habido ningún
problema serio, algunas caídas con rozones y poco más, como un corredor que se
enfadó porque se empeñaba en seguir el recorrido pese a llegar al corte con el
tiempo cerrado, pero hay que cumplir unas normas y por lo demás, al tener ya
bastante experiencia de años anteriores, van saliendo las cosas casi rodadas”
señalaban desde la organización.
Finalmente, el ciclista Óscar Pujol acabaría llegando el
primero de los que concluyeron la ruta larga, dando muestra en todo momento de
una excelente forma física pese a las cerca de cuatro horas que tuvo que
emplear para concluir el recorrido. Los últimos participantes llegarían a las
15:30 de la tarde, seis horas y media después de haber tomado la salida.
Tras las duchas, masajes y una multitudinaria comida de
hermandad en el polideportivo municipal, llegaría la entrega de regalos y
trofeos para el participante más joven y para el más veterano, también para el
procedente del lugar más lejano y para el club con más participantes inscritos,
este año desde la localidad madrileña de Villaviciosa de Odón. Y por último, el regalo más deseado, una bicicleta Trek de 29'' que se fue para Segovia.
“Cada año vamos intentando mejorar porque si hay alguna
crítica, tratamos de solucionarla de un año para otro, como ha pasado este año
con la señalización que hemos puesto mucha más que otras ediciones” comenta Emilio,
uno de los pocos miembros de Navabike que realizó la ruta como participante
activo, “me fui metiendo en diversos grupos para oír los comentarios y la gente
tiene muy buena opinión en general”.
Finalmente, el club ciclista pudo entregar un talón de 550
euros a los representantes locales de Cruz roja española y la satisfacción de
todos los organizadores fue más que evidente, ”el año que viene cumplimos diez
años y aunque es difícil, intentaremos hacer algo especial” concluyó el presidente de Navabike.