Las obras en la iglesia parroquial están dando momentos históricos a la vida de nuestro pueblo. El último, tras las declaraciones del ex alcalde socialista de Nava, Juan José Maroto, en las que COINCIDE en muchos aspectos con las opiniones de otro ex alcalde, Alfonso Tapia, algo verdaderamente histórico.
Ambos han criticado la falta de rigor en la ejecución de las
polémicas obras en la iglesia Nuestra Señora de la Asunción, pero el portavoz
socialista culpa también al alcalde de la localidad, Santiago de la Cruz. “La
dejadez, la irresponsabilidad, y ahora vemos que también las presuntas mentiras
contadas de que no hacía falta informe arqueológico y del momento de visitar las
obras, han sido características de nuestro regidor municipal”, señala Maroto
quien no se pronuncia sobre la disolución de la Junta económica parroquial ni
sobre las cuestiones religiosas que pueden subyacer en la polémica. “Exclusivamente
me quiero referir a las obras que se están haciendo en la iglesia. Es poco menos que imposible que el alcalde manifieste que
no ha visto nada, puesto que la iglesia está frente al ayuntamiento y una
máquina retroexcavadora durante varios días dentro del templo, con las puertas
abiertas, creo que llama la atención. Mucho más la llama cuando se ha
solicitado una licencia de obras con un presupuesto que el responsable
municipal tiene que verificar. Mucho más si es un edificio protegido. Ahí es
donde está una de las mentiras del alcalde”.
Según Maroto, las nuevas normas urbanísticas, aprobadas
inicialmente en febrero del año 2013, y por lo tanto ya en vigor, incluyen en
el Catálogo Arquitectónico la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. El
procedimiento a seguir que se establece en este catálogo consiste en que “ante
cualquier impacto negativo (movimientos de tierra y/o ocultación) llevado a
cabo en el área en que se desarrolla este elemento, así como en su parte
externa adyacente, se propone la realización de sondeos arqueológicos, a fin de
preservar su necrópolis, así como los restos de una posible estructura anterior”
Por lo tanto, señala Maroto, “el alcalde puede no enterarse, si no quiere, de
las obras que se llevan a cabo en la iglesia de su pueblo. Pero el
procedimiento a seguir en las mismas tiene que saberlo”. También le reprocha
que haya afirmado que, al no estar la iglesia declarada Bien de Interés
Cultural, no era necesario un informe arqueológico. “Las normas aprobadas por
él recientemente, indican lo contrario” subraya Maroto., que también afirma que
“querer meter al arquitecto municipal en el tema es buscar un escudo ante su
propia incapacidad y su presunta complicidad en dichas obras”.
Añade que ”de muchos vecinos es conocido que el alcalde
visitó la iglesia durante las obras, varios días antes de que lo hiciera con el
arquitecto municipal, el cual probablemente cuando ya la visitó es posible que
no quedaran excesivos desperfectos de los habidos”.
Asimismo, Maroto se refiere a las declaraciones de Alfonso
Tapia como dimisionario presidente de la junta económica parroquial, quien
afirmó que “No es ni el momento, ni son las formas de afrontar esas obras,
porque se requiere a alguien con conocimientos suficientes para afrontar
imprevistos y soluciones correctamente, solventar dudas, una dirección técnica,
además, no se ha hecho una memoria valorada, y no hay nadie que dirija las
obras que se sepa, alguien capacitado que sepa los pasos adecuados que hay que
dar en un edificio artístico como es la iglesia. Es que se ha metido una
maquina, y allí hay fosas; y tanto en esta ocasión como en obras anteriores se
han sacado huesos, y nosotros comentamos que sería bueno tratar de identificar
esas sepulturas, como un símbolo”. El también ex alcalde socialista afirma que
"hay que tener en cuenta que quien hace estas declaraciones “lo hace con
conocimiento de causa y del procedimiento a seguir, pues fue alcalde de Nava de
la Asunción entre los años 1987 y 1995”.
En este sentido, asegura como Alfonso que “muchos vecinos
del pueblo han visto lo mismo que el presidente de la junta económica: se han sacado
huesos, se han movido tumbas y se ha destruido parte del patrimonio municipal.
Y desde luego la culpa no es ni mucho menos de los operarios que han estado
trabajando sin una dirección técnica en tan difíciles condiciones”.
Así las
cosas, lanza varios interrogantes, entre ellos si puede el ayuntamiento admitir
una solicitud de obra en una iglesia de esas características “sin presentar una
memoria técnica valorada e indicativa de los trabajos que se van a realizar”;
si se puede aceptar la petición “sin que figure un técnico competente en la
materia”; y si puede “mirar para otro lado durante las obras de un edificio
catalogado y patrimonio de los ciudadanos de su pueblo”. La respuesta a todo,
concluye el representante socialista, “sería que no debería, pero efectivamente
este alcalde lo ha hecho”.
Maroto ha aprovechado las obras para criticar al alcalde |