Cerca de 500 corredores sufren para
terminar “Los 100 de La Nava”, la VIII Marcha del club ciclista Navabike
“Ha sido muy duro, durísimo. Por
algunos caminos el barro hacía casi imposible transitar” comentaba uno de los
casi quinientos participantes de la octava edición de la marcha ciclista
Navabike, tras completar los 100 kilómetros de “Los 100 de La Nava” prueba para
bicicletas de montaña de carácter no competitivo que poco a poco se ha
convertido en todo un referente nacional para los aficionados a este deporte.
En la edición celebrada ayer domingo,
con salida y meta en Nava de la Asunción, el barro se convirtió en el autentico
protagonista de la jornada tras varios días seguidos de lluvia que habían convertido
varias zonas del recorrido en auténticos
lodazales, por lo que la organización se vio obligada a suspender esos tramos
por motivos de seguridad, manteniendo otros por donde las bicicletas tuvieron
que atravesar zonas con varios centímetros de agua en las zonas de Escarpías y
el Arroyo Balisa, “hemos quitado las bajadas al río Eresma cerca de Navas de
Oro y el primer avituallamiento también lo hemos cambiado de sitio para evitar
zonas de barro y por seguridad. Hemos pasado del polvo y arena de otras
ediciones al barro y el agua…” señalaba Roberto García, del club ciclista
Navabike tras un final de la prueba con numerosas caídas pero sin mayores
consecuencias.
Tras completarse las quinientas plazas
disponibles para la prueba en apenas quince horas, el pelotón de corredores,
con alguna baja de última hora por temor a la climatología, tomaba la salida a
las nueve de la mañana junto a la plaza de toros navera. Finalmente y tras los
cortes, el recorrido más largo se quedó en 99,8 kilómetros mientras que el
recorrido corto se quedó en torno a los 60 kms.
“Dos corredores que se habían
colocado en cabeza se perdieron del recorrido marcado, al parecer por las indicaciones
de un motorista que no controlaba bien el recorrido, y aunque se han
reincorporado luego, ya no nos han alcanzado” comenta David García, de Nava y
uno de los tres participantes que entraron
a meta con el mejor tiempo, cuatro horas y veinte minutos. Junto a él lo
harían Ismael Rincón de Carbonero el Mayor y Félix Domínguez de Íscar. Al ser
una prueba no competitiva, entraron agarrados de la mano y aplaudiendo al
público que les esperaba en la meta. “Lo mejor ha sido la capacidad de reacción
de Navabike, al decidir quitar zonas del recorrido muy interesantes, por la
seguridad de los participantes y que se pudiera realizar la prueba aunque fuera
dura” señala el corredor.
La prueba tuvo también carácter
benéfico, ya que, en representación de los corredores, antes de dar inicio se
entregó un talón de 600 euros a los representantes de la delegación segoviana
de Cruz roja.
Aún con
corredores entrando en meta, el polideportivo cubierto acogió una
multitudinaria comida de hermandad que terminó con todas las existencias de
comida y tras la que se sorteó entre los asistentes una bicicleta de montaña y
otros muchos regalos.