“Estamos a la espera de lo que pueda pasar tras empezar a dejar salir gente a la calle”; Raquel Adeva del Río, enfermera en el Hospital Universitario de Getafe.
Reubicación
Raquel, a la derecha, con un EPI completo |
Medidas
La entrevista en "El Norte de Castilla"
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EL ROSCO DE PASABAENNAVA 3
A- Cuando los Patos cambiaron de estación fue un Punto...ATOCHA
B- Padre, marido y cuñado de reinas…BIRLOQUE
C- Se lo llevó la carretera, fue muy “jevi”…CALILI
D- No es Gordo, pero puede llegar a serlo…DANI O DIEGO
E- A chaflán te vendían telas o bacalao...ESTRÓFAGO
F- Nel blu di pinto di blu. Padre italiano...FELICHE
G- Hermanísima…GE
H- La casa del Cristo, cuando no vivía ni Dios...HUMILLADERO
I- No te decía qué Tomas, pero te vendía pegamento...ISABEL
J- ¿Dónde trabajaría el hombre inglés que más se queja?…JOMAN
K- 37…KISSELEV
L- El paraje con más barro pegajoso... LEGANARES
M- Los Hombres de barro nunca llegaron a Navas de Oro…MALAPAÑAS
N- Edad de Coñac y descendientes bastante cortantes…NORBERTA
Ñ- (Contiene) ¡La más Grande! …CAÑADA
O- Al del medio de los 5 lo metería en un marco…ÓSCAR
P- La empresa más foral…POLISAC
Q- Le gusta más su nieto "Pikante" que las vacas...QUEDITO
R- No es El Puma ni Carlos Baute, pero canta bastante...
RAFAEL(cura venezolano)
S- No es asturiano, y en Nava segundón.¡Por pelotas!…SPORTING
T- No era la pareja de Tristón, pero se le oía bien…TUMBO
U- Mejor que después de misa, después del Rosario...UNDERGROUND
V- Donde un perro corriente ponía chatos...VINCES
W- Los del 75 no salían de ella...WOKAS
X- Es Justo donde paga la gente por sudar... XTREME GYM
Y- ¡Sonia, Mónica, ESTEFANÍAAAAA...YAYO
Z- Su suegro manda, ¡de Milagro!...ZURRI
Tan solo una pareja ha acertado el ROSCO 3, han concursado juntas y son:
-Susana Herranz y Claudia García.
El premio es el acceso directo a ser una de las 3 parejas participantes del próximo concurso especial "1, 2, 3 responda otra vez". ¡ENHORABUENA!
VUELVE "Un, dos, tres 2020”
Pincha en el vídeo y...¡Participa!
Vuelve el más mítico de los concursos de la televisión de todos los tiempos, vuelve nuestro " UN, DOS, TRES, RESPONDA OTRA VEZ".
Lo estamos empezando a preparar, por eso os pedimos vuestra colaboración, como imitadores, concursantes, cantando. ¿qué se te ocurre?
NOs lo vamos a pasar muy bien.
Si quieres colaborar, escribe un correo electrónico a:
yelganadores@hotmail.com
Y recuerda: "Si vaca, vaca y si coche, coche"
"En el hospital me siento muy bien tratada, pero a nivel estatal me siento desamparada". Irene Tapia, auxiliar de enfermería en el Hospital General de Segovia
Irene Tapia, está viviendo esta crisis sanitaria trabajando
como auxiliar de enfermería en el Hospital general de Segovia. Desde Nava de la
Asunción se traslada cada día para formar parte del personal de refuerzo del
turno de noche. En su caso, lleva desde 2017 trabajando hasta seis meses al año con
contratos temporales, los cuales se verán ahora incrementados con la crisis
sanitaria provocada por el coronavirus.
De 10 de la noche a ocho de la mañana Irene y sus compañeros viven en primera línea una situación que parece mejorar en los últimos días, aunque han llegado a tener noches con hasta ocho ingresos y con sillas ocupando los pasillos del centro hospitalario. “Hay noches que no te puedes ni sentar. Otras sí, pero sentarte y poco más, porque hay gente con muchas patologías, con problemas respiratorios y tienes que entrar cada dos por tres a echarles un ojo. Los protocolos nos marcan que tengamos el menor contacto posible, porque es un riesgo de contacto, pero sin interferir en las labores que tienes que realizar” destaca Irene, recordando algunas de las diferentes labores que realiza junto a sus compañeros, “ayudamos a los enfermeros, vemos temperaturas, ayudamos a tomar medicinas, todas las medidas de higiene y lo que necesiten los pacientes, que tratándose de respiración pueden ser muchas, desde cambiar humidificadores a controlar el oxígeno”.
El paso de los días también ha hecho que se afronte de otra manera lo que para todo el personal del hospital es una situación nunca vista, llegando a mejorar a nivel organizativo, en parte gracias a que ya no hay tanta concentración de gente en el centro, e incluso ya se puede quedar libre alguna habitación por la noche. “Antes era correr y limpiar porque entraba otro paciente nuevo. Ahora está más desahogada la zona de hospitalización, aunque las zonas de UVI y zonas comunes son las que más carga viral tienen y son las que están más colapsadas. Y van a tardar, porque estas patologías son muy largas y quien está malo, aguanta tranquilamente un mes malo. Esas no se van a desahogar tan fácilmente, tardarán. Son muchas plantas y todas con pacientes de Covid-19. Lo normal es que poco a poco se vaya liberando alguna planta, Dios quiera que alguna recupere sus funciones para otras cosas de gravedad” comenta Irene, sorprendida a su vez por la ausencia de otras patologías ajenas al Covid-19, “he estado en muchas plantas diferentes y nos preguntamos dónde estarán esas apendicitis, esas piedras en la vesícula, esos problemas intestinales. ¿Dónde estará toda esa gente? porque no sabemos, es curioso”.
Uno de los aspectos que más sigue preocupando al personal sanitario son las medidas de seguridad y el acceso a los equipos de protección individual (EPI), “los supervisores hacen todo lo que pueden, porque a ellos el material les llega con cuentagotas y a través de ellos a nosotros. Te van buscando con lista de nombres y están pendientes de que no te falte. Ahora, los protocolos estándares no los podemos llevar a cabo, porque no hay material para ello, así que nos las ingeniamos para hacerlo lo mejor que podemos. Hay veces que llegas a trabajar y hay muchas batas y otras, no las hay. Yo me hago mis propias batas. El día que llego y no hay, las utilizo. No se puede hacer más, porque está el hospital a reventar y nos dan lo que pueden”. Irene también cuenta cómo está viendo contagiarse a varios de sus compañeros dentro del personal del hospital,” auxiliar de enfermería y enfermería, que es lo más directo que yo tengo, sí que caen, pero afortunadamente van mejorando. Son gente leve que lo está pasando en su casa, no han necesitado estar ingresados, salvo algún celador y médicos compañeros nuestros”.
Las medidas de seguridad para Irene no cesan al terminar la jornada laboral, intentando ser lo más estricta posible antes de volver al domicilio familiar que comparte con Rubén, su marido y con sus hijos, Manuel y Gabriel, de diez y seis años. “Cuando vengo del hospital ya vengo duchada, con ropa limpia cambiada y ya me he fumigado mis deportivas con agua y lejía. A mi casa entro por la cochera donde me desnudo íntegra y meto todo a la lavadora, todos los días. Mi marido es el que tiene un poco más de miedo y me dice que tenga cuidado, incluso con el móvil cuando me lo llevo a la boca. Lo que más pena me da es cuando mi hijo pequeño me pregunta todos los días al llegar a casa si hoy traigo el coronavirus y le tengo que decir que lo he dejado en el hospital o cuando me dice que le gusta la canción de Resistiré pero que le da tristeza porque me puedo morir. Eso me rompe, porque me doy cuenta de que por mucho que sean niños, son conscientes de dónde y a qué voy al hospital y lo que me estoy jugando” subraya Irene mientras tiene un recuerdo para sus padres, a los que solo ve cuando va a recoger las batas de protección que su madre le confecciona, “cuando me hace una tanda, voy a su casa, aviso, ellos se ponen mascarilla y guantes, yo igual y siempre a dos metros de distancia me las pasan y para casa”.
Secuelas
Irene no cree que esta situación esté dejando secuelas físicas entre sus compañeros,” secuelas físicas quizás por el cansancio, pero como pueda ser en cualquier otro puesto de trabajo. Psicológicamente, hay muchas cosas duras que estás viendo y oyendo, porque estás tratando con gente enferma que está sola y ese aislamiento durante tanto tiempo da mucho que pensar, con cambios de actitud, ausencias, te transmiten sus sentimientos y son cosas que te hacen salir un poco tocada. Es una enfermedad brutal que estamos apaciguando, pero que no sabemos cómo atajarla”, señala esta sanitaria que como la mayoría de sus compañeros se siente valorada por sus pacientes y por la gente en general, “Afortunadamente, no he tenido ningún encontronazo con familiares o pacientes, todos los que hemos tenido y se les ha dado el alta, han sido gente muy humilde y nos han agradecido muchísimo toda la colaboración que hacemos. Hay gestos muy buenos. Esos aplausos de las ocho ayudan, levantan el ánimo, y como alguno te haga un gesto más así, se te cae hasta la lagrimilla. La pena es que la valoración tendría que venir de otros lados, porque en el hospital me siento muy bien tratada, pero a nivel estatal me siento desamparada y más viendo lo que hay fuera, con más de 20.000 sanitarios contagiados y no les da la gana hacernos un test. Estamos muchas como yo, con 18 pacientes positivos en Covid, hablando con ellos, tocándolos, muy cerca y que no sean capaces de hacernos una prueba…Puedo ser positiva asintomática y transmitirlo. No están haciendo nada por cortarlo. ¿De qué sirve que nos quedemos en casa si policías, bomberos y personal sanitario seguimos saliendo a la calle y somos asintomáticos? De nada”.
Para tratar de llevar la situación y pese a todo, Irene y sus compañeros tratan de que el humor no falte en el turno de noche, “Nos reímos muchísimo, tenemos un humor muy bueno, porque estoy con un equipo por la noche divino. No tengo queja de ninguno. Ojalá pase todo pronto” concluye Irene poco antes de comenzar un nuevo turno de noche en el Hospital General de Segovia.
De 10 de la noche a ocho de la mañana Irene y sus compañeros viven en primera línea una situación que parece mejorar en los últimos días, aunque han llegado a tener noches con hasta ocho ingresos y con sillas ocupando los pasillos del centro hospitalario. “Hay noches que no te puedes ni sentar. Otras sí, pero sentarte y poco más, porque hay gente con muchas patologías, con problemas respiratorios y tienes que entrar cada dos por tres a echarles un ojo. Los protocolos nos marcan que tengamos el menor contacto posible, porque es un riesgo de contacto, pero sin interferir en las labores que tienes que realizar” destaca Irene, recordando algunas de las diferentes labores que realiza junto a sus compañeros, “ayudamos a los enfermeros, vemos temperaturas, ayudamos a tomar medicinas, todas las medidas de higiene y lo que necesiten los pacientes, que tratándose de respiración pueden ser muchas, desde cambiar humidificadores a controlar el oxígeno”.
El paso de los días también ha hecho que se afronte de otra manera lo que para todo el personal del hospital es una situación nunca vista, llegando a mejorar a nivel organizativo, en parte gracias a que ya no hay tanta concentración de gente en el centro, e incluso ya se puede quedar libre alguna habitación por la noche. “Antes era correr y limpiar porque entraba otro paciente nuevo. Ahora está más desahogada la zona de hospitalización, aunque las zonas de UVI y zonas comunes son las que más carga viral tienen y son las que están más colapsadas. Y van a tardar, porque estas patologías son muy largas y quien está malo, aguanta tranquilamente un mes malo. Esas no se van a desahogar tan fácilmente, tardarán. Son muchas plantas y todas con pacientes de Covid-19. Lo normal es que poco a poco se vaya liberando alguna planta, Dios quiera que alguna recupere sus funciones para otras cosas de gravedad” comenta Irene, sorprendida a su vez por la ausencia de otras patologías ajenas al Covid-19, “he estado en muchas plantas diferentes y nos preguntamos dónde estarán esas apendicitis, esas piedras en la vesícula, esos problemas intestinales. ¿Dónde estará toda esa gente? porque no sabemos, es curioso”.
Uno de los aspectos que más sigue preocupando al personal sanitario son las medidas de seguridad y el acceso a los equipos de protección individual (EPI), “los supervisores hacen todo lo que pueden, porque a ellos el material les llega con cuentagotas y a través de ellos a nosotros. Te van buscando con lista de nombres y están pendientes de que no te falte. Ahora, los protocolos estándares no los podemos llevar a cabo, porque no hay material para ello, así que nos las ingeniamos para hacerlo lo mejor que podemos. Hay veces que llegas a trabajar y hay muchas batas y otras, no las hay. Yo me hago mis propias batas. El día que llego y no hay, las utilizo. No se puede hacer más, porque está el hospital a reventar y nos dan lo que pueden”. Irene también cuenta cómo está viendo contagiarse a varios de sus compañeros dentro del personal del hospital,” auxiliar de enfermería y enfermería, que es lo más directo que yo tengo, sí que caen, pero afortunadamente van mejorando. Son gente leve que lo está pasando en su casa, no han necesitado estar ingresados, salvo algún celador y médicos compañeros nuestros”.
Las medidas de seguridad para Irene no cesan al terminar la jornada laboral, intentando ser lo más estricta posible antes de volver al domicilio familiar que comparte con Rubén, su marido y con sus hijos, Manuel y Gabriel, de diez y seis años. “Cuando vengo del hospital ya vengo duchada, con ropa limpia cambiada y ya me he fumigado mis deportivas con agua y lejía. A mi casa entro por la cochera donde me desnudo íntegra y meto todo a la lavadora, todos los días. Mi marido es el que tiene un poco más de miedo y me dice que tenga cuidado, incluso con el móvil cuando me lo llevo a la boca. Lo que más pena me da es cuando mi hijo pequeño me pregunta todos los días al llegar a casa si hoy traigo el coronavirus y le tengo que decir que lo he dejado en el hospital o cuando me dice que le gusta la canción de Resistiré pero que le da tristeza porque me puedo morir. Eso me rompe, porque me doy cuenta de que por mucho que sean niños, son conscientes de dónde y a qué voy al hospital y lo que me estoy jugando” subraya Irene mientras tiene un recuerdo para sus padres, a los que solo ve cuando va a recoger las batas de protección que su madre le confecciona, “cuando me hace una tanda, voy a su casa, aviso, ellos se ponen mascarilla y guantes, yo igual y siempre a dos metros de distancia me las pasan y para casa”.
Secuelas
Irene no cree que esta situación esté dejando secuelas físicas entre sus compañeros,” secuelas físicas quizás por el cansancio, pero como pueda ser en cualquier otro puesto de trabajo. Psicológicamente, hay muchas cosas duras que estás viendo y oyendo, porque estás tratando con gente enferma que está sola y ese aislamiento durante tanto tiempo da mucho que pensar, con cambios de actitud, ausencias, te transmiten sus sentimientos y son cosas que te hacen salir un poco tocada. Es una enfermedad brutal que estamos apaciguando, pero que no sabemos cómo atajarla”, señala esta sanitaria que como la mayoría de sus compañeros se siente valorada por sus pacientes y por la gente en general, “Afortunadamente, no he tenido ningún encontronazo con familiares o pacientes, todos los que hemos tenido y se les ha dado el alta, han sido gente muy humilde y nos han agradecido muchísimo toda la colaboración que hacemos. Hay gestos muy buenos. Esos aplausos de las ocho ayudan, levantan el ánimo, y como alguno te haga un gesto más así, se te cae hasta la lagrimilla. La pena es que la valoración tendría que venir de otros lados, porque en el hospital me siento muy bien tratada, pero a nivel estatal me siento desamparada y más viendo lo que hay fuera, con más de 20.000 sanitarios contagiados y no les da la gana hacernos un test. Estamos muchas como yo, con 18 pacientes positivos en Covid, hablando con ellos, tocándolos, muy cerca y que no sean capaces de hacernos una prueba…Puedo ser positiva asintomática y transmitirlo. No están haciendo nada por cortarlo. ¿De qué sirve que nos quedemos en casa si policías, bomberos y personal sanitario seguimos saliendo a la calle y somos asintomáticos? De nada”.
Para tratar de llevar la situación y pese a todo, Irene y sus compañeros tratan de que el humor no falte en el turno de noche, “Nos reímos muchísimo, tenemos un humor muy bueno, porque estoy con un equipo por la noche divino. No tengo queja de ninguno. Ojalá pase todo pronto” concluye Irene poco antes de comenzar un nuevo turno de noche en el Hospital General de Segovia.
Procesión de barro artesanal
No hay duda de que la creatividad y la originalidad están aflorando en las casas en estos días de confinamiento y, coincidiendo con la Semana Santa, son muchos los fieles que están intentando no desvincularse totalmente de las tradiciones. Es el caso del matrimonio formado por Miguel y Tania, quienes han conseguido el aplauso en las redes sociales tras montar en la balaustrada de su domicilio de Nava de la Asunción, toda una procesión con figuras de artesanía en barro, velas y música apropiada, “es muy sencillo, pero ha gustado. Como ahora tenemos más tiempo de lo normal, uno da vueltas a la cabeza y pensamos que esto a lo mejor puede ayudar a que la gente pase un par de minutos contentos” comenta Miguel García. Se trata de 18 nazarenos y un Cristo con la cruz, de su colección particular, realizadas por los hermanos Murciego, alfareros de Coca. “Las tenemos como oro en paño y qué mejor momento para sacarlas que justo cuando no puede haber ninguna procesión y así que la gente vea algo diferente” comenta Miguel, valorando positivamente que le haya gustado tanto a los vecinos, “la gente está flipando, pero el merito no es nuestro. Nos dan la enhorabuena, pero a quien hay que dársela es a los alfareros que lo hicieron, nosotros hemos tenido la idea y lo hemos colocado. Además, creen que las han hecho para estos días, pero tantas figuras requieren muchos meses de elaboración” comenta, mientras recuerda con humor como su hija Nora de corta edad, les pedía salir a ver la procesión constantemente.
Finalmente, las figuras ya están celosamente guardadas porque, aunque pasa poca gente junto a la casa, son figuras muy llamativas. “ Es como la procesión de verdad, las sacamos en momentos puntuales, una procesión en miniatura con todas las consecuencias, ya no saldrán hasta el año que viene” concluye Miguel entre risas.
Con esta foto, Miguel y Tania concursarán en el concurso fotográfico organizado por el ayuntamiento. |
LOS CABALLISTAS SUSPENDEN LA FERIA DE PRIMAVERA
Por primera vez desde que se empezara a celebrar hace veintinueve años, la Junta directiva de la asociación Amigos del caballo de Nava de la Asunción, ha decidido suspender su tradicional feria de primavera a causa de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. La feria, a la que cada año acuden miles de personas, estaba previsto que se celebrase los próximos 22 y 23 de mayo en el pinar de Las Ordas. “Nosotros dependemos de permisos de la Junta de Castilla y León que no sabemos si para entonces llegarían o que seguramente no nos darían para celebrarla. Es la incertidumbre que todos tenemos porque, aunque se pudiera, seguramente tampoco sería prudente concentrar a tanta gente en el pinar” destaca Estrella Gómez, presidente de la asociación de caballistas. La decisión final la ha tomado la junta directiva que ella preside, tras debatirlo en el grupo de WhatsApp que tiene la asociación,” hace ya unos quince días, preguntó algún socio sobre qué iba a pasar con la feria. Entonces no habíamos decidido nada, porque pensábamos que podría ser una situación más corta o que no nos iba a afectar tanto, pero nos hemos dado cuenta de que este año no va a poder ser. En vez de aplazarlo a otra fecha que quizás no se pueda realizar, hemos pensado que es mejor suspenderlo y al año que viene volver con más ganas, porque además parece que la feria tiene sus fechas y es cuando pega celebrarla” comenta Estrella.
La presidenta de los caballistas señala también como hubo unanimidad a la hora de suspender la celebración,” ha estado todo el mundo de acuerdo, al igual que los socios. Cuando lo hemos comunicado, la gente ha estado de acuerdo totalmente. Nos da pena, pero lo primero es lo primero, no solo depende nosotros” comenta.
La junta directiva de los caballistas no descarta organizar alguna actividad para más adelante si la situación vuelve a la normalidad, “una feria de primavera ya no, pero otra actividad si las cosas vuelven a la normalidad, sí que podríamos hacer”.
Estrella Gómez también comenta cómo están viviendo el confinamiento con los animales, “se supone que podemos ir todos los días a echarlos de comer e incluso moverlos, para evitar lesiones físicas y por su salud. Pero al nivel de aficionados que estamos nosotros, la gente lo está evitando, porque nunca pasa nada, pero una mala pisada o algún posible accidente que hubiera te puede hacer ir al hospital y colapsarlo más de lo que está. La gente generalmente tiene una zona mover a los caballos, en los pueblos no se suele tener problemas de espacio” apunta. La presidente de los caballistas también quiere enviar un mensaje a sus socios y a todos los aficionados al mundo equino,” mandar mucho ánimo a todos, que se queden en sus casas y ya habrá tiempo de disfrutar de los caballos o de otras aficiones que todos tenemos” concluye.
1100 personas corren en casa contra el Coronavirus
La agrupación deportiva “Naveras que corren” de Nava de la Asunción, organizó el pasado domingo una “Carrera en casa” a beneficio de la investigación y lucha contra el Covid-19 en la que se llegaron a repartir más de 1100 dorsales por correo electrónico, con una recaudación en torno a los 3000 euros.
“No pensábamos que iba a llegar a tanto, pero la gente está ociosa, está deseando hacer cosas diferentes y colaborar” señalan desde la organización, recordando cómo se les ocurrió la iniciativa, "la idea surgió porque en el grupo que tenemos para salir a correr estábamos echando de menos vernos y correr. Vi en vídeos a gente que seguía corriendo en casa y eso no se me había pasado por la cabeza y alguna del grupo lo empezó a probar. De ahí, empezamos a hablar que podríamos hacerlo con algún fin relacionado con la lucha contra el coronavirus, se nos ocurrió que además de hacerlo cada una en su casa, lo podríamos hacer a una hora concreta y compartirlo, además de dar una pequeña aportación por un dorsal que pudiéramos donar” comenta Esther Sanz.
El grupo “Naveras que corren” está formado por más de treinta mujeres que salen a correr por Nava con cierta asiduidad, pero que no están constituidas como asociación, por lo que nunca se habían planteado organizar una carrera física. “La idea la fuimos preparando entre Tatiana Vírseda y yo, más tarde lo lanzamos a las redes sociales. Abrimos un número de cuenta para los ingresos y hablamos con la asociación “Yo me corono” para ver si nos daban autorización a ponerles en un cartel” recuerda Esther, describiendo la labor que realizan los médicos a los que irá destinado todo lo que recauden, “son un grupo de médicos que se ha unido para investigar sobre el Covid-19, además de buscar una vacuna, investigan para tener tratamientos mejores y que disminuya el contagio. No pensábamos recaudar tanto, porque empezamos de forma muy informal, intentando hacer algo como tanta gente en el pueblo está haciendo, pensamos en llegar a los 300 euros y ya rondamos los 3000” destaca.
Esther y Tatiana, llegaron a repartir 1100 dorsales antes de suspender la entrega horas antes de la prueba, porque se les iba de las manos, “no dábamos abasto, porque eran muchísimos correos electrónicos y pese a dejar de entregar dorsales, mucha gente ha seguido aportando su colaboración para participar. Han corrido desde niños hasta abuelos y perros. La mayoría eran familias enteras y mucha gente lo ha dado difusión y ha hecho que otra gente colabore” destacan las organizadoras.
La participación ha llegado principalmente de Nava, pero también de otros puntos muy dispares, como corredores del club de atletismo de Arévalo (Ávila), de Segovia, Barcelona, Madrid, Asturias o Sevilla. Muchos totalmente desconocidos para las organizadoras, incluidos los que participaron desde Bruselas y Sídney, en Australia, “son gente española que vive allí y que nos han escrito muy agradecidos, gente muy maja. También un bombero que nos ha mandado un vídeo corriendo por el parque de bomberos los tres kilómetros” recuerda Esther.
Estas naveras solidarias tampoco creían que la gran mayoría de los inscritos respetaría las normas, “se trataba de correr o andar tres kilómetros cada uno en casa, a las doce del mediodía del domingo. Pensábamos que la gente se estaba apuntando por colaborar, pero que luego no iba a ser tan obediente, que correrían otro día o a otra hora, o no correrían y al final nada más acabar nosotras de correr en nuestras casas, nos empezaron a llegar fotos, vídeos y mensajes de agradecimiento. Estuvo muy bien, hacemos un balance totalmente positivo”.
Tras esta experiencia tan satisfactoria, son muchos los que han preguntado a las organizadoras si piensan repetir la experiencia más adelante si se alarga el confinamiento,”nos lo han dicho la gente, pero para repetir deberíamos tener un sistema diferente, porque lo hemos hecho casi todo manual, no teníamos una plantilla con una base de datos y hemos tenido que cotejar todos los pagos, contestando entre Tatiana y yo todos los correos y gracias a Ricardo Barbado que nos echó una mano, porque empezó despacio, pero a los tres días empezamos a repartir más de doscientos dorsales diarios y como trabajamos, no teníamos tiempo para nada y si se hiciera otra vez nos da miedo que en lugar de 1100 sean muchos más”.
Participantes
Las hermanas Susana y Virginia Herranz fueron dos de las corredoras desde sus respectivas casas, “es lo que hago todos los días desde que estamos confinados, hago el mismo recorrido de habitación a habitación, veinte metros cada vuelta durante hora y cuarto” señala Susana, mientras que Virginia destaca como hicieron la marcha a ritmo lento para que durara más, “nos echamos unas risas, al menos hemos pasado un rato distraídos que seguro que nos ha venido muy bien a todos. Cuantas más iniciativas se busquen mejor, sobre todo para gente mayor, porque si no les motivamos les cuesta mucho moverse”.
También han participado familias enteras, es el caso de Manolo Sanz y su familia desde el Hotel Fray Sebastián. Las instalaciones del complejo hotelero sirvieron a padres, hijos y nietos para desarrollar todo un circuito de carreras, donde no faltaron los dorsales y las llegadas gloriosas a meta.”Nos ha encantado la idea, nos parece genial por la causa y así nos ayuda a todos a mantenernos activos. Nosotros todos los días hacemos algo de deporte, pero así también conseguimos que participen los niños y los no tan niños, porque mi hermano hacía años que no corría” comenta Leticia Sanz poco antes de ponerse a coser batas para donarlas a sanitarios de la provincia.
Gran aficionado al deporte es también el presidente del club ciclista Navabike, Roberto García, quien ha participado en la marcha junto a su familia, “Una gran iniciativa que, gracias al deporte, nos ayuda a pasar mejor este periodo tan difícil de nuestras vidas y, además, colaboramos con la lucha contra el Covid-19. Esperemos que a pesar de todo el sufrimiento y dolor que vamos a pasar, podamos sacar algo positivo y construir un futuro mejor. Me pregunto si seremos capaces” señala.
También de Navabike, Emilio Marugán realizó los tres kilómetros junto a Elena, su mujer, incluso colgaron un vídeo en directo en las redes sociales, “hay que levantar el ánimo como sea. Controlamos la distancia con el reloj Garmin que uso cuando voy a correr con la bicicleta” comenta.
También utilizó un GPS, Antonio Cid, quien realizó el recorrido junto a su mujer, Paqui y sus dos hijos, Zulema y Álvaro, “nos lo hemos pasado de escándalo, aunque mis hijos y yo llevamos todos los días haciendo ejercicio en casa: correr, TRX, Core, elástico, balón. Es una gran iniciativa para animar a la gente a hacer ejercicio en estos días y a la vez colaborar con la investigación para vencer a esta enfermedad” comenta Antonio, recordando que también han adquirido las camisetas benéficas con los Miniyos que ha realizado la diseñadora Claudia García.
LA MÚSICA Y EL COMERCIO DE NAVA RESISTEN
“Después del éxito del primero, la gente se había quedado con ganas de más, se nos encendió la bombilla y pensamos hacer otro con todos los comerciantes que están ahí pasándolo fatal. Les hace mucha ilusión participar y se les ve en la cara porque salen de la rutina y se pasan unas risas” señala Alicia, quien fue la encargada de ponerse en contacto con todos los comercios, mientras que Joaquín lo hizo con los músicos naveros y los particulares que han hecho el play back de la canción. ”Se nos ocurrió al ver a músicos famosos uniéndose para hacer un vídeo con la canción del Dúo dinámico, pensamos en hacer algo parecido con los músicos de Nava y todos nos han respondido y también con gente normal haciendo play back. Además, en el estribillo irán imágenes de todos los comercios de Nava que permanecen abiertos, pues el vídeo está dedicado a ellos: farmacia, supermercados, carnicerías, panaderías, tienda para animales y algunos más” comenta Joaquín, destacando que la publicación del vídeo se ha hecho coincidiendo con el Domingo de Ramos, fecha en la que estaba prevista la celebración de la feria de comercio e industria de Nava, que finalmente tuvo que anularse. Joaquín se ha encargado del montaje de los vídeos, pues aunque ahora es transportista, también se ha dedicado profesionalmente al mundo de la imagen, “en el montaje del primer vídeo tuve que alargar la canción más de un minuto pero no se dio mal, porque solo participaron unas veinticinco personas de Nava o naveros que les ha pillado en Madrid, pero en el de Resistiré participan más de cien y tuve que decir que no me mandaran más vídeos” recordaba Joaquín en un pequeño descanso de las múltiples horas que ha dedicado para tener el vídeo terminado a tiempo. “La idea era divertirnos y estar entretenidos en algo durante este confinamiento. Cada vez que nos mandaban un vídeo eran un montón de risas”. Si en el primer vídeo las únicas indicaciones fueron grabarse bailando, en este nuevo se ha pedido a los participantes que lo hagan con la mayor calidad posible, de forma horizontal y tratando de ajustar su participación a momentos concretos de la canción. “Hay que decir que todo el mundo ha respondido muy bien, participan, entre otros, músicos como Berry, David Pocholo, Sergio, el batería de La Huella y de la charanga Jaleo, prácticamente todos. Todo lo estamos haciendo en casa como buenamente podemos, pero todos se lo están currando mucho y estamos muy contentos” concluye Joaquín.
Comerciantes
Susana Villagrán y Jesús Encinas son dos de los comerciantes que permanecen con sus establecimientos abiertos y han participado en esta iniciativa musical. “La idea del vídeo me parece genial, Alicia y Joaquín son tremendos, sólo nos hemos tenido que grabar 15 ó 20 segundos con la canción de Resistiré, menos mal que no hemos tenido que cantar para que no haya un diluvio universal, que ya era lo que nos faltaba” señala con humor Susana desde su pequeña tienda de ultramarinos, recordando cómo están viviendo la situación actual, “lo llevamos bien, se intenta tener el máximo cuidado con todo, desinfectamos todos los productos cuando empezó todo el lío y todos los días se desinfectan las monedas. La clientela está muy concienciada, vienen con mascarillas y procura no tocar nada, yo se lo despacho porque tengo una pequeña tienda, no un supermercado donde todo el mundo toca todo” comenta Susana.
Jesús regenta con su mujer una de las múltiples carnicerías de Nava que permanecen abiertas, “lo llevamos todo lo mejor que podemos. En la carnicería, estamos trabajando con guantes y mascarillas y usando mucho gel desinfectante y mucha lejía, limpiamos la superficie del mostrador con cada cliente que atendemos y les sugerimos que nos paguen utilizando la tarjeta de crédito, para evitar el uso de dinero en metálico, que va de mano en mano” comenta Jesús, quien para evitar colas en su establecimiento ha pedido a sus clientes que hagan los pedidos por teléfono o WhatsApp, “nosotros lo preparamos y cuando lo tenemos listo, les llamo para que pasen a recogerlo sin tener que esperar. También realizamos reparto a domicilio, aunque solo a gente vulnerable, no hacemos reparto masivo, por eso pido disculpas a la gente que llama y le digo que no se lo puedo llevar, porque es por su bien” apunta el carnicero, hasta ahora sin problemas de abastecimiento, “la gente en lugar de venir dos o tres veces a la semana viene una vez cada más días, pero carga más”. Susana cuenta su propia experiencia, ”la mayoría de los comerciales hacen el pedido por teléfono y les faltan algunas cosas. La gente se ha vuelto loca con el papel del baño, con la harina y la levadura. Igual con la lejía y algún otro producto para desinfectar y legumbres, en 10 días he vendido lo que tenía que vender en mes y medio” destaca.
Los comerciantes que siguen abriendo en Nava, mantienen el contacto a través de un grupo de whatsapp paralelo al que tienen con el resto de los profesionales del sector. “Afortunadamente, a través de ese grupo el farmacéutico nos está aconsejando qué tipo de mascarillas, cómo, cuándo y qué desinfectar. Y que alguien que entiende un poco del tema te aconseje, es de agradecer” concluye Jesús Encinas, alabando también la iniciativa del video musical, “es una idea muy buena, dicen que para dar valor a los que estamos trabajando, pero estamos haciendo lo que tenemos que hacer. Es una iniciativa muy positiva y, además, nos entretiene”.
EL ROSCO 2 DE "PASABAENNAVA"
Pues aunque he dejado más tiempo, no ha adivinado nadie el Rosco completo. Muchos se han acercado, pero con algún fallo. Os dejo las respuestas, si no entendéis alguna...podéis preguntarlo en un comentario. Pronto, quizás publique otro.
A-Ni Camelot ni Excalibur, pero sí dos Mercedes...ARTURO
B-¡Dios! qué rico tenían el vino. ¡Y la limonada!…BACO
C-Comparte con Sara Montiel el arte y la hija…CARLITOS
D-Enviudó de una ciruela, pero nunca perdió el juicio…DALMACIO
E-La reina polaca más aficionada a los toros…EDUVIGES
F-Compartían nombre. Hoy se podrían casar, por lo civil…FILOMENOS
G-¿Te doy una Pista? ¡Ya la tienes!…GALINDO
H-El apellido que más se lucía bailando…HERRANZ
I-El Kojak navero…ISIDRO
J-Padre de artistas a la carta…JAIME
K-(Contiene) El primer ministro japones más navero…TANAKA
L-No los colgó, solo se remangó…LEÓN
M-El glamour tiene nombre de mar vegetal…MESALTA
N-Del Barça, el más admirado por toda la peña…NICOLAU
Ñ-(Contiene) Primera dama navera, en la comarca de Sta. María…BEGOÑA
O-Dios con más ritmo...OSIRIS
P-Tócale a él, pero no a sus muchachos…PRÓCULO
Q-Si vas a Moraleja…QUEMADO
R-Maestro de pelotas…ROBERTO
S-Según se mira, el último de la derecha…SANTIAGO
T-Yo creo que no se callará ni bajo tierra…TERE
U-El cine, la iglesia, Pedro, él y poco más…UBALDO
V-Atraviesas Nava y Eres más pequeño que el otro…VOLTOYA
W-Un sueco antiguo habría sido amigo de esta panda...WHALALLA
X-(Contiene) La sal americana…ALEXANDRA
Y-¡Qué cante el chico!...YOLIMÓN
Z-La reina más fotogénica…ZAMUETA
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