Fotos de Jesús Ajo |
Finalmente se han tenido que evitar riesgos y operarios municipales han dejado como veis el último árbol del "Jardín de los Melancólicos" de la antigua finca de Los Becerriles.
Es curioso que una plaza tan céntrica y a primera vista realizada con tan buenos materiales, se haya quedado "descuidada y olvidada", sin que se haya hecho nada que recuerde uno de los pocos lugares que tiene, o tenía Nava, con algún valor histórico, literario o simplemente eso que pone en las guías de viaje, un "lugar con encanto", y siguiendo en la línea de lo que le ocurre a la Casa del Caño, residencia familiar que fue del poeta Jaime Gil de Biedma.
Nunca me había parado a pensarlo pero es cierto que hay algo en la actual plaza que ya no es melancólico, es triste. De hecho a veces y aunque se tarde más, es más agradable rodearla que atravesarla. Pero claro, en este pueblo parece que la única forma de arreglar este tipo de cosas que son "bobás", sería cerrar los accesos a la plaza y soltar una vaquilla en las fiestas. Miedo me da dar ideas...